Reflexiones

¿Se puede ser feliz? Claro que si, depende a lo que aspires, como seas. La necesidad y el anhelo estan ahí, son parte intrínseca de la condición humana inherente a un alma pensante.


¿Y todo esto a cuento de que? Pues bien sencillo, a mi alrededor la gente se casa, tienen crios, ya voy a ir por el cuarto sobrino. Gente que hacía mucho que no veía ahora me la encuentro con su pareja o esperando un retoño. Es curioso, siento como si por mí no hubiera pasado el tiempo. Porque yo sigo soltero y sin hijos. Algo que no me preocupa, antes sí, ya no.


Y mientras, por mi parte, en mis viajes, he estado en canarias, alicante, bilbao, la lista de sitios que quiero ver se recorta a gran velocidad. Y me siento contento, hacía mucho que no escribía aquí, pero bueno, todo tiene su momento. Y ahora este, ha llegado.


Tambien, he de decir, he dejado atrás muchos sitios, situaciones y gente, algo que doy por asumido que ocurrirá en algún momento. Un ciclo interminable, por ahora, de cambiantes constantes. Y ahora, una nueva que espero dure bastante. Una vivienda, sí, habeís leído bien, una vivienda. Es en alquiler, pero hay que dar ciertos pasos con calma y en ello estoy. A probar las mieles de la independencia absoluta y a la vez las restricciones que conlleva. Y bueno, ya han pasado a verlo algunas personas que conozco. Y del resto, pues quien lea esto primero y me avise, se lleva una cerveza gratis.